Pero, ¿de qué cielo me hablas?
Para mí no habrá otro paraíso
sabiendo apreciarlo a tu fiel compañía;
arropándonos entre baladas de Kenny G
o leyéndote poemas de Octavio Paz;
besándonos hasta disecarnos el alma…
Abrazándonos sin límite éstas esferas
pequeñas venidas de las propias estrellas;
nobles sentimientos rularán inconscientes,
tersas cortezas erizadas de nuestra dicha.
Hay todo un mundo en cada nada;
su luz vertida a cualquier agua.
Cada oruga se enrosca para ser la ninfa.
Nuestro pentagrama también nos guía dentro;
desde éste retraimiento y súplica.
En cada nota musical invento
melodías corpóreas nunca presagiadas
para sentirme vivo mientras moría,
para revivirme mientras no me amabas.
Aunque jamás duela pensarlo, no fue virtud.
Simplemente complacencia.
La muerte tan sólo dura lo que no cura la vida.
Un breve instante. Otra pérdida de pérdidas.
Lo demás fue aguantar combates con ofrendas.
¡Antes de socorrerme, salvaría a La Tierra!
Atracciones fugaces de flauta prodigiosa
qué en lugar de ratones quisiera llevarse penas.
También nos arderán las manos de esperar
retumbos fugaces dilatando actuales horas.
Tributos a un pozo siempre absorto de súplicas
porque la impaciencia es diosa inexperta.
No hay dilema, mayor destreza, falsa elocuencia;
apenarnos con aprensión no compartida,
apearnos al oír la transcendental llamada.
Alle Rechte an diesem Beitrag liegen beim Autoren. Der Beitrag wurde auf e-Stories.org vom Autor eingeschickt Vicente Gómez Quiles.
Veröffentlicht auf e-Stories.org am 11.08.2013.
Vorheriger Titel Nächster Titel
Mehr aus der Kategorie "Philosophisches" (Gedichte in spanischer Sprache)
Weitere Beiträge von Vicente Gómez Quiles
Hat Dir dieser Beitrag gefallen?
Dann schau Dir doch mal diese Vorschläge an: