Alfonsina Reyes Mosso

Aura

Aura nació en un día nublado, lleno de una luz gris, en un hospital frió y sin la común espera de ilusiones, obstinada y sola, con su madre aterrada, con su padre ausente y desinteresado y con los ojos abiertos para no perder detalle.
Desde que nació, su abuelo la nombro Aura (como su libro favorito) y la introdujo al mundo de los libros y el aprendizaje, mientras su abuela, le enseño el amor, la risa  y el gusto por vivir; ambos abuelos con todo el corazón intervinieron en la crianza de la niña ya que su madre siempre  estaba ausente, ajena y distante sentada frente a la ventana esperando al hombre que la abandono y que nunca llegaría, así que los abuelos decidieron solo acercarle al bebe para que lo alimentara, fuera de eso, su madre se marchitaba diariamente esperando y se convertía en algo ajeno a la niña de ojos abiertos que la miraba con lastima y curiosidad.
 Así paso Aura su primera infancia criada por sus abuelos, aprendiendo costumbres añejas con una moral arraigada pero feliz, feliz de aprender todo de su queridísima y dulce abuela que diariamente le preparaba dulces y le enseñaba a formar burbujas con jabón de trastes, entre música y risas mientras que su abuelo la enseñaba a leer y escribir para que entrando a la escuela ella se convirtiera en una de las primeras, la acostumbro a pensar, a descifrar cosas y sobre todo a no decir lo que se piensa. Entre risas y juegos descubrió su habilidad para pintar y dibujar, habilidad que en la escuela le gano popularidad y entre sus abuelos asombro y halagos que la motivaron a seguir esa condición de arte para perfeccionarla y poder expresarse.
Cuando Aura cumplió 12 años su madre al fin encontró la cordura que necesitaba en la muerte, la abuela se deshizo en llanto y el abuelo no lloro, Aura no podía llorar, así que dibujo un rostro cortado con ojos felinos y lagrimas porque nunca conoció a esa mujer a la que solo le daba un beso en la noche y le llevaba comida en el día, para ella era la figura de un maniqui y de la poca cordura que daba el amor;  Aura nunca la quiso, es mas, a veces sentía que le estorbaba, pero jamás dijo nada porque sabia que su abuela sufría mucho, así que por todos esos años siguió el juego de ser hija amorosa que si bien, no entendía, no le costaba trabajo.
El luto paso y de nuevo en la casa se escuchaba la voz cantora de la abuela y la mirada delatora de acertijos del abuelo, mientras que Aura iba dejando la piel de niña y le daba paso a una bella y curiosa mujer; entre las mejores cosas que pudo descubrir fue que todos esos rasgos que a ella le parecían feos de si misma llamaban la atención enormemente en su escuela, las pecas, el pelo rizado negro y alborotado, los ojos grandes y moros, el lunar junto a su labio y la languidez de su fugura le daba una apariencia aniñada y tierna que se volvió motivo de muchas miradas envidiosas de sus compañeras y de halagos extenuantes de sus compañeros e incluso de maestros .
Cuando decidió dedicarse a la pintura como carrera, sus abuelos la apoyaron y gracias a las pensiones de ambos, pudieron rentarle un cuarto cerca de la universidad a fin de evitarle largos trayectos; asi que empezó la vida universitaria viviendo sola y visitando cada fin de semana a sus abuelos, visitas que le hicieron darse cuenta que ambos estaban cada vez mas viejos y cansados.
Aura hizo amigos con facilidad, sin embargo su elitismo la arraigo únicamente a dos seres que ella consideraba sorprendentes y leales:  Angela y Sergio, ellos se volvieron sus mas íntimos amigos y juntos eran como dinamita (o al menos eso decía su abuela); esa arraigada amistad llevo a una convivencia familiar cada fin de semana y la casa de los abuelos se volvía a llenar de ruido; sus abuelos se preguntaban si algún día Aura llevaría algún chico a la casa pero se sorprendieron al tener la respuesta que sus indiscretos amigos que dijeron  -“No Mama Tita, Aura dice que no cree en el amor y aunque a muchos les llama la atención es un hielo en el trato, ella dice que el amor te lleva a la locura y no quiere terminar loca”-.
Fue el primer día en 21 largos años que sus abuelos se dieron cuanta que la condición de su hija había afectado irremediable y definitivamente la manera de pensar de su nieta y les lleno el corazón de congoja y sobre todo de preocupación,  porque sabían que ambos irían menguando hasta que la muerte llegara a su puerta.
 -Consiguete novio Aura eres muy bonita haber ¿Qué va a ser de ti si nos morimos?-
-No abuela, ustedes no se vana morir y no necesito un novio, para eso están mis amigos-
-Pero hija ¿No quieres tener hijos?, pronto la edad te alcanzara y un día tos ojos no miraran de la misma manera y te veras sin hijos y sin una pareja, tu abuelo y yo nos casamos jóvenes demasiado jóvenes, a tu edad yo ya tenia a tu madre (Q.E.P.D.) y a ti tío Jose Luis (Q.E.P.D) y ya ves… la pena te alcanza y te quedas sola… si no fuera por tu abuelo y por ti ya me hubiera muerto de tristeza.
-Si abuela lo se pero…  total tu no te preocupes, si quiero tener hijos busco a un chavo con buena apariencia y me embarazo asi el tipo puede irse sin ninguna queja y mi interminable amor habrá desaparecido al cabo de diez minutos.
-¡Aura! Que cosas se te ocurren, mira que esa universidad te ha metido al diablo.
-¿Acaso quieres que muera como mi mama, esperando a mi padre? Loca de amor… ni siquiera disfruto que yo haya nacido, traigo esos genes, traigo en mi sangre esa malsana intensidad… No abuela, el amor es un buen contrato a corto plazo y ya, es un negocio del que muchos salen perdiendo, pero yo, soy buena negociando mi ganancia.
-No eres igual a tu madre, mira que de eso nos encargamos el abuelo y yo, tienes luz y déjame decir que eres muy bonita, no mas que yo cuando era joven claro, pero eres verdaderamente bonita y talentosa y…
-Razón de mas abuela no me va a faltar alguien que quiera tener una noche conmigo y lograr…ya no quiero escuchar regaños- le beso la cabeza blanca a su abuela-¿A que hora llega el abuelo?
-En un rato, fue por la medicina  dile a Angela y Sergio que se sienten a comer.
Así paso ese domingo fatídico donde sus amigos comieron y rieron pero el abuelo nunca llego. La llamada a las 6 de la tarde diciendo que encontraron el cuerpo de su abuelo en una calle  del centro, que le dio un infarto y falleció; la abuela llorando en cada rincón, mientras que Aura y su amigos se preparaban para el funeral donde llego mucha familia que Aura no recordaba, permaneció con su abuela toda la noche sentada frente al cuerpo de su abuelo, por fin tuvo valor y se asomo a la caja, lo vio con un semblante tranquilo y con una sonrisa escondida, sonrisa que a Aura le recordó la pregunta interminable que le hacia su abuelo cuando jugaban a los acertijos y adivinazas “¿Ahora que sigue Aura?”.
Decidió mudarse de nuevo con su abuela y los amigos no tardaron en hacer lo mismo, todos trataban de llevar una vida tranquila para que Mama Tita estuviera bien, y pese al dolor Aura y su abuela salieron adelante, aunque Mama Tita se hizo pequeña y dormilona.
 Aura termino la carrera y se dedico a ser restaurador de arte de varios museos y capillas donde amplio su conocimiento artístico; tuvo una relación poco formal con Joel, hombre atractivo 10 años mayor que ella, pero casado, duraron un tiempo juntos pero Aura nunca se encontró loca de amor, así que termino la relación cuando se entero que seria papa por 3 vez. Angela se quedo a vivir con ella y la abuela porque la mala relación con su familia le impido regresar a su casa, trabajaba de maestra de dibujo al carbón en la Universidad, mientras Sergio se volvió un buen inversionista y logro abrir una galería fuera de la ciudad así que se mudo, pero siempre que podía iba con mama Tita y sus amigas a comer o celebrar navidades, años nuevos, cumpleaños y demás fechas que son tristes si se pasan solo.
Cuando Aura cumplió 26 años su abuela cayo gravemente enferma así que testamento todo a nombre de Aura que abandono el trabajo y se dedico cuidarla.
-Abuela quieres que te traiga un te o algo-
-No, quiero que te acerques, déjame verte- Aura se acerco y la abuela le puso su mano en la mejilla-Ya vi a tu abuelo nena, me voy a ir con el, ya paso mi tiempo aquí y sabes me dijo que Celia, tu madre y José Luis están con el y están bien, así que realmente estoy tranquila por lo que me espera, ya quiero verlos.
Aura trato de decir algo pero las lágrimas le ganaron
-¡Abuela yo te necesito aquí si…
-No llores mi niña, voy a estar bien y de donde sea que este voy a cuidarte siempre, solo te voy a pedir un favor, tómalo como  mi ultimo deseo, busca al amor, encuéntralo, te aseguro que no vas a terminar mal, no te escondas, que el amor va a terminar descubriendo tu guardilla, pero no siempre serás joven y bella y ese encuentro podría prolongarse hasta un tiempo en el que ya no puedas disfrutar muchas cosas. Ahora vete quiero dormir prepara algo de comer y me despiertas cuando termines para comer juntas.-
Aura le beso la mano y la frente y bajo a preparar comida, sobra decir que la abuela ya no despertó.
Aura entro en un estado entre loco y despiadadamente real, no dormía, comía lo necesario para no caer de debilidad y como todos los que viven la condición del arte, Aura comenzó a refugiarse en lo único que podía hacer y empezó pintar desesperadamente cuanto lienzo tenia en blanco, cuantas hojas tenia con algún espacio libre, mientras pintaba o dibujaba  lloraba desconsoladamente,  Angela le trataba de ayudar pero entendía que no podía hacer mucho por ella así que se limitaba a atender sus caprichos.
Día y noche Aura dibujo hasta que una tarde se le acabo el papel y los lienzos, entonces comenzó a pintar las paredes, no, Aura no estaba loca solo estaba demasiado conciente como para no probar un poco de irrealidad, para evitar caer en la locura Aura cayo en la realidad… estaba sola.
 Un día despertó, con un aroma que no era de ella, con un olor ajeno a su piel, olisqueo su cama, sus almohadas, sin encontrar el sitio especifico de donde la fragancia manaba, tomo un lápiz y sobre la pared dibujo al dueño de ese aroma, con óleo ilumino su cara y sus ropas y con un cuidado extremo dibujo sus facciones, el hombre que quedo plasmado en la pared de su recamara era perfecto era suyo, era el.
Aura examino sus poros y encontro que la pintura en la pared despedía el aroma idéntico al de sus sabanas, a ese aroma raro de madera, ese aroma que la hacia sonreír de la nada y los ojos, los ojos parecían vivos parecía que la miraban y la invitaban a entrar, los labios de aquel extraño eran perfectos y Aura no pudo mas que besarlo
-¡Santo cielo Aura! ¿Qué haces? Mira nada mas te has llenado la cara de pintura lo..¿Lo estabas besando? ¡Wow!¡ Que hombre tan atractivo! ¿De donde lo sacaste? Aura… mírame- Ángela tomo a Aura de los hombros y la encontró sonriendo; ella era la única mujer que compartía intensidades, miedos y alegrías al mismo nivel que Aura, sin embargo al ver a su amiga en ese estado, supo que jamás sabría lo que estaba sufriendo, que nunca podría ponerse en su lugar y por primera vez Ángela supo que Aura corría en una dirección a donde nadie podría acompañarla.
-Mira Ángela ¡Es el amor de mi vida! ¡Ve que perfecto es! ¡Que maravilloso! y el me dijo que lo pintara desperté muy temprano con su aroma y ve, acércate huele a el.-Ángela la miro desconcertada y se acero a la pintura para olerla lo hizo de manera automatica acostumbrada a seguirle la corriente a Aura.
-¡Es verdad huele a el!- dijo Angela en un ton sarcástico que Aura no dilucido
-¿¡Lo sientes también tu!?
-¡No por supuesto que no, esto huele solo a oleo , a aceite de linaza y aguarras!, ¿Qué pasa contigo amiga? Se que te sientes sola y he respetado todo lo que has hecho pero… ¡Despierta! ¡No estas sola aquí estoy contigo! En unos dias viene Sergio con la novia que nos ha contado; por favor flaca trata de despertar no te quedes encerrada aquí en tu cuarto, tanto solvente no te ayuda en nada, y si, todos la estamos pasando mal sin Mama Tita, tanto para Sergio como para mi era también como una madre y tu abuelo no se diga; es mas, vístete y veámonos a alguna exposición al centro, vamos a visitar a los abuelos pero salte ya de aquí.
-Ve tu yo tengo que contarle a el como me llamo ¿ves? Lo has espantado ya no esta sonriendo- se dirigió de nuevo a la pintura y le dijo-Ella es Angela, mi hermana, es un poco brusca pero es tierna y agradable y…
-¿Estas hablando con la pintura? Definitivamente algo grave te pasa- Angela salió de la recamara y llamo a Sergio, le llevo galletas a Aura (quien le obligo a llevar doble ración para darle a su hombre en la pared) y salió rápidamente de la casa, fue a recoger a Sergio que desde la llamada dejo todo para ir a ver a Aura. Angela mas que preocupada estaba muy espantada, conocía bien a Aura y aunque siempre fue muy soñadora y exótica también fue muy realista y objetiva así que esto debía ser un muy mal síntoma de la depresión, incluso Angela en el camino fue culpándose por no detener esa locura de las pinturas en todos los lienzos a tiempo y por no detectar el estado grave de su mejor y única amiga.
Mientras tanto, Aura observaba a su pintura, le perfecciono el cabello, pincelada tas pincelada logro que su pintura pareciera salirse de la pared, le besaba la mejilla, los labios acariciaba su cabello le contaba la historia de su vida, le rozaba la mano y pensaba que si ponía un fondo arruinaría el estado de animo de su hombre, así que dibujo únicamente un tronco seco al lado de el.
Sergio y Angela lloraban en silencio al ver lo que hacia Aura en la pared, ese amor tan desbordado era como para romper el corazón mas duro, sabían que si la llevaban al medico muy probablemente terminaría en algún pabellón, así que decidieron darle tesitos calmantes de Mama Tita que hacían dormir y Aura no se quejo, pues cuando dormía soñaba que estaba con su amado.
Sergio decidió vivir con ellas un tiempo  para tranquilizar a Angela y ayudar con Aura, así que al cabo de unos días después de su llegada, la casa se atiborro de cajas con cuadros y documentos, esto animo mucho a Angela, que gustosa, acomodo una recamara para el y este decidió hacer un cambio de recamaras a fin de quitarle a Aura un poco la imagen de la pintura. Como nueva regla, Aura dormiría en la recamara de huéspedes mientras que el y Angela dormirían en la recamara de Aura, ambas recamaras colindaban y estaban en el piso de abajo, la otra ventaja oculta es que la recamara de huéspedes no tenia cerrojo, así que si Aura intentaba hacer tonterías podrían tenerla mas protegida y vigilada.
Una noche mientras todos dormían Sergio soñó que el hombre de la pared estaba fumando y que le invitaba un cigarrillo, el aceptaba y al exhalar el humo denso, vio en el un rostro familiar, era el rostro de Angela que aparecía como una ilusión y como la mujer mas bella y deseable  del planeta, la imagen de su novia desapareció y el hombre de la pintura le dijo
.-La amas ¿verdad?-
Sergio despertó con  una la sensación de haber fumado, estaba amaneciendo y al voltear su vista hacia Ángela, observo como su torneado muslo salía entre la sabana, vio su vivo color canela, el cabello lacio que olía a frutas, los labios carnosos y grandes sintió un arrebato intenso de besarla y acariciarla pero se contuvo y salió rápidamente de la recamara y fue a dormir al sofá.
Angela despertó sola, se levanto se baño y cuando paso a ver a Aura se encontró con la triste sorpresa de que había vuelto a pintar al hombre de una manera casi mágica, era exactamente igual que al de la recamara contigua, llamo a Sergio a quien sintió distante y llevaron por la fuerza a Aura  fuera de la casa en el auto de Sergio, ahí ambos decidieron enfrentar la situación.
-Aura cariño nos preocupas demasiado y vemos que no te importa un comino que nos tengas con el alma en un hilo, no haces no tantito esfuerzo por mejorar esto, date cuanta por favor que es una locura, esa pintura me vuelve loco pero tu insistencia de hablarle, de amarlo y de obligarnos a seguirte la corriente es… es la cosa mas loca… ¡Si loca! Que hayas hecho.
-Sergio tiene razón Aura, estas pasando por algo difícil eso lo entiendo pero no puede seguir esto así, ¿No tu misma dijiste que tu mama estaba loca? ¿Dime que pasa contigo ahora?.
-¡No soy como mi madre! Y se lo que he dicho pero… ¡Lo amo no lo ven es real!, hemos platicado en mis sueños y el me ama también, vino de muy lejos… conoce a mi abuela, ella lo mando,  el único problema es que no logro sacarlo de la pintura.- lo dijo de un modo tan triste que empezó a llorar desconsoladamente, se limpio sus lagrimas y le dijo a Sergio.
-¡Me comento que estabas enamorado, pero me sorprendió saber de quien!-
Sergio trago saliva se puso pálido y supo que Aura lo sabia, sabia que esa mañana habia deseado con una intensidad enorme a Angela, la miro de un modo extraño y en su corazón Sergio se dio cuanta que tal vez su amiga no estaba loca, tal ves los dos lo estaban.
-¿Qué? ¿El te dijo que Sergio que?- pregunto Angela desconcertada y enojada porque se sintió fuera de la platica sin palabras que tenían Sergio y Aura con las miradas.
-Nada cielo- dijo Sergio sonriéndole a Angela- Aura esta imaginado cosas, vamos a comer que es a lo que venimos.
Fueron a un lugar llamado El Escondite, ahí Aura comió por  primer vez en semanas una comida de tres tiempos, Angela por fin recobro cierta calma y Sergio se sintió apenado, tembloroso y torpe al lado de sus amigas, se levanto para irse a mojar la cara al baño -“¿Cómo supo Aura todo eso?¿Acaso su subconsciente era tan obvio? ¡Pero si hasta ese día ni el sabia lo que sentía  por Angela!”- Se recargo en el lavabo sintiendo una intranquilidad terrible, cerraba los ojos y recordaba las risas de Angela su aroma y se preguntaba –“¿Porque había estado tan ciego? ¿Porque esa verdad llegaba ahora? ¿Porque así?”- se dio cuenta que estaba siendo egoísta, en esos momentos no importaba nada mas que la salud de Aura no sus confusiones…Se seco las manos y salio al pequeño pasillo, iba caminando lentamente cuando vio la cara de Aura plasmada en un cuadrito de 25 X20cm, Sergio se quedo helado, se acerco y vio al rostro de mujer plasmada entre hojas verdes, era fina, con cabello negro rizado y alborotado, pecosa y con ojos grandes y moros… con un lunar cerca de la boca, era sin duda Aura plasmada en una viaja pintura que databa del año 1863…--“¡Esto no podía ser cierto!”-pensó- “¡Ahora también yo estoy loco!”-, se alejo rápidamente tratando e pensar que no había visto eso, pero antes de incorporarse de nuevo al área de comedor, regreso y volvió a ver el cuadro para confirmar su miedo, leyó la plaquita dorada que decía “Mi Amada” por Alejandro Escobedo abril de 1863. Rápidamente tomo el cuadro y lo puso debajo de su chaqueta.
Cuando llego a la mesa traía la mirada de loco; vio a Ángela besando el la frente a Aura y a esta pidiendo perdón, parecía que el caldito de pollo y los guisados con toque casero habían curado su corazón y ahora aunque seguía llorando estaba conciente.
-Vámonos ya de aquí- Ordeno Sergio dejando el dinero para pagar.
Aura y Angela  lo siguieron desconcertadas y ya en el coche trataron de entablar una conversación, pero Sergio estaba hostil y distante, Aura se  paso todo el camino llorando en silencio pero en sus ojos ya no había una nube… ella había regresado, la salida la había convencido de la estupidez tan grande que había hecho, había visto su reflejo en las calles y en su imagen de mujer demacrada… vio la locura de su madre marcada en sus rasgos y se sintió mal con ella, con sus amigos y con sus abuelos.
-Aura este dibujo que tienes en las recamaras ¿Cómo se te ocurrio?-pregunto Sergio mietras manejas extrañamente rápido.
- No se, un día desperté oliendo a… a esa fragancia amaderada característica de loción, supe que ese aroma no pertenecía a mi y empecé a dibujar, mas tarde ese mismo día vino en un sueño y se presento y…. ¿Que estúpida me escucho verdad?.-
-No, no es estúpido, y dime ¿Qué platicaban? ¿Como se llama? ¿Cómo te encontró?- Sergio hablaba con un tono severo, sin quitar la vista de la avenida.
Aura y Angela se quedaron sorprendidas por el repentino y específico interés de Sergio, este sabía que estaba siendo inoportuno pero la situación no estaba para escatimar.
-Se llama Alejandro, vino desde muy lejos porque me oyó llorar, porque el estaba igual de solo y porque conocía  mi sufrimiento y…y me conocía a mi…¿Por qué te importa Sergio?
 Este no respondió solo hizo una mueca al sentir el calor del cuadro debajo de su chaqueta.
Cuando llegaron a la casa Ángela se dirigió a la recamara de Aura para tomar las pinturas y pinceles y recluirlos lejos, estaba segura que la locura se empezaría a eliminar de sus vidas; estaba recogiendo cuando un temblor le lleno el corazón, del tronco junto al hombre  emergía una minúscula hoja verde y esta se iba haciendo grande hasta tener el  tamaño de una hoja normal, ella se acerco a la pintura del y vio el hombre le sonreía discretamente. Ángela grito y salio corriendo, se encontró a Sergio en el sofá abrazando a Aura, esta sostenía un cuadro pequeño, ambos estaban llorando.
-¿Qué pasa? Acabo de… ¿Ese cuadro es…?- pregunto Angela que estaba agitada y espantada sobremanera.
-Me encontré el cuadro en el pasillo del baño de El Escondite y reconocí a Aura, pero la fecha.. la fecha es de 1863 mas de 100 años… desmontamos el cuadro y atrás viene el titulo del cuadro, el mismo que vi en la placa correspondiente a la pintura….“Mi amada” el autor se llama Alejandro Escobedo…- Sergio hablaba pero la voz dejo de salir, sentía frió y dolor al mismo tiempo.
Angela no dijo nada pues esta nueva ola de locura era omnipresente, las hojas verdes del cuadrito que tenia Angela eran del mismo tipo que la hoja que Angela vio emerger de la nada en la pared.
Se hizo un silencio largo  los tres lloraban. Aura se levanto y fue a ver a su hombre, Sergio y Ángela la siguieron, se posaron los tres enfrente de el… ellos veían al árbol enverdecerse hoja por hoja y ya no sentían miedo, Aura lloraba porque sabia que el estaba adentro, pertenecía a otro tiempo, pertenecía a ella pero estaban lejos… estaba solo ahí… en su pared.
-Déjenme sola por favor- Aura se acerco a su pintura y le sonrió con lagrimas.
Aura sentía un dolor insoportable. Saberse loca era fácil, saber que su locura era una realidad que no podía concretarse era terrible y angustiosos, se acordó de Mama Tita y pensó que esto era un broma cruel y estúpida que le hacia la vida, primero una mama loca, luego esto.
Ángela salio y jaló a Sergio, cerraron la puerta y se quedaron en el sofá fumando, pensando que en cualquier momento despertarían… Un estrepitoso ruido se escucho en la recamara, ambos corrieron pensando que Aura había hecho una locura, pero lo que vieron al entrar iba mas allá de lo real…. Junto al hombre tomada de la mano y plasmada en la pared reposaba una mujer de curvas discretas, con el cabello rizado y negro, con ojos negros moros y con el lunar encima de sus labios que dibujaban una sonrisa… Ángela grito y casi se desmaya, Sergio toco la pared y… trazo a trazo las pinturas se fueron borrando, como con pinceladas de aguarrás Aura y Alejandro se deslavavan y desaparecían para siempre, sin embargo al observar la cara de ambos desdibujarse Angela y Sergio vieron una sonrisa llena de esperanza, vieron el guiño del hombre y a Aura bajar la mirada con sus largas pestañas a modo de despedida, hasta que de todo lo plasmado solo quedó el frondoso y bello árbol nacido de un amor imposible que hoy se hacia realidad, el ambiente se lleno de luz, de esa luz que se come a las tristezas e hizo que una sonrisa emergiera  de ambos espectadores.
Son las dos de la tarde Aura corretea a su hermano Alejandro en el jardín de la casa mientras Angela mira el infantil jugueteo de sus hijos preocupada de que estos ensucien sus trajecitos nuevos.
 Sergio esta acomodándose la corbata mientras ríe al oír a Angela regañando a los niños, espera nervioso e impaciente la inauguraron del nuevo museo, salen a toda prisa  los 4 entre grititos y berrinches y dirigiéndose como una bella familia al museo Aura… Al entrar, plasmado en la pared como obra principal del museo esta un árbol con bellos colores verdes que lleva como titulo “Amor” la gente aplaude cuando aparecen Sergio y familia, ellos se miran y empiezan con el recorrido, entre flashes y estrepitosas felicitaciones avanzan, Angela se detiene por un momento y ve dulcemente a la pared, siente como una ráfaga casi imperceptible para los demás mece las hojas del verde árbol plasmado, ella le sonríe y sabe que de alguna forma Aura le responde la sonrisa.
 
 
 

 Aura nació en un día nublado, lleno de una luz gris, en un hospital frió y sin la común espera de ilusiones, obstinada y sola, con su madre aterrada, con su padre ausente y desinteresado y con los ojos abiertos para no perder detalle.
Desde que nació, su abuelo la nombro Aura (como su libro favorito) y la introdujo al mundo de los libros y el aprendizaje, mientras su abuela, le enseño el amor, la risa  y el gusto por vivir; ambos abuelos con todo el corazón intervinieron en la crianza de la niña ya que su madre siempre  estaba ausente, ajena y distante sentada frente a la ventana esperando al hombre que la abandono y que nunca llegaría, así que los abuelos decidieron solo acercarle al bebe para que lo alimentara, fuera de eso, su madre se marchitaba diariamente esperando y se convertía en algo ajeno a la niña de ojos abiertos que la miraba con lastima y curiosidad.
 Así paso Aura su primera infancia criada por sus abuelos, aprendiendo costumbres añejas con una moral arraigada pero feliz, feliz de aprender todo de su queridísima y dulce abuela que diariamente le preparaba dulces y le enseñaba a formar burbujas con jabón de trastes, entre música y risas mientras que su abuelo la enseñaba a leer y escribir para que entrando a la escuela ella se convirtiera en una de las primeras, la acostumbro a pensar, a descifrar cosas y sobre todo a no decir lo que se piensa. Entre risas y juegos descubrió su habilidad para pintar y dibujar, habilidad que en la escuela le gano popularidad y entre sus abuelos asombro y halagos que la motivaron a seguir esa condición de arte para perfeccionarla y poder expresarse.
Cuando Aura cumplió 12 años su madre al fin encontró la cordura que necesitaba en la muerte, la abuela se deshizo en llanto y el abuelo no lloro, Aura no podía llorar, así que dibujo un rostro cortado con ojos felinos y lagrimas porque nunca conoció a esa mujer a la que solo le daba un beso en la noche y le llevaba comida en el día, para ella era la figura de un maniqui y de la poca cordura que daba el amor;  Aura nunca la quiso, es mas, a veces sentía que le estorbaba, pero jamás dijo nada porque sabia que su abuela sufría mucho, así que por todos esos años siguió el juego de ser hija amorosa que si bien, no entendía, no le costaba trabajo.
El luto paso y de nuevo en la casa se escuchaba la voz cantora de la abuela y la mirada delatora de acertijos del abuelo, mientras que Aura iba dejando la piel de niña y le daba paso a una bella y curiosa mujer; entre las mejores cosas que pudo descubrir fue que todos esos rasgos que a ella le parecían feos de si misma llamaban la atención enormemente en su escuela, las pecas, el pelo rizado negro y alborotado, los ojos grandes y moros, el lunar junto a su labio y la languidez de su fugura le daba una apariencia aniñada y tierna que se volvió motivo de muchas miradas envidiosas de sus compañeras y de halagos extenuantes de sus compañeros e incluso de maestros .
Cuando decidió dedicarse a la pintura como carrera, sus abuelos la apoyaron y gracias a las pensiones de ambos, pudieron rentarle un cuarto cerca de la universidad a fin de evitarle largos trayectos; asi que empezó la vida universitaria viviendo sola y visitando cada fin de semana a sus abuelos, visitas que le hicieron darse cuenta que ambos estaban cada vez mas viejos y cansados.
Aura hizo amigos con facilidad, sin embargo su elitismo la arraigo únicamente a dos seres que ella consideraba sorprendentes y leales:  Angela y Sergio, ellos se volvieron sus mas íntimos amigos y juntos eran como dinamita (o al menos eso decía su abuela); esa arraigada amistad llevo a una convivencia familiar cada fin de semana y la casa de los abuelos se volvía a llenar de ruido; sus abuelos se preguntaban si algún día Aura llevaría algún chico a la casa pero se sorprendieron al tener la respuesta que sus indiscretos amigos que dijeron  -“No Mama Tita, Aura dice que no cree en el amor y aunque a muchos les llama la atención es un hielo en el trato, ella dice que el amor te lleva a la locura y no quiere terminar loca”-.
Fue el primer día en 21 largos años que sus abuelos se dieron cuanta que la condición de su hija había afectado irremediable y definitivamente la manera de pensar de su nieta y les lleno el corazón de congoja y sobre todo de preocupación,  porque sabían que ambos irían menguando hasta que la muerte llegara a su puerta.
 -Consiguete novio Aura eres muy bonita haber ¿Qué va a ser de ti si nos morimos?-
-No abuela, ustedes no se vana morir y no necesito un novio, para eso están mis amigos-
-Pero hija ¿No quieres tener hijos?, pronto la edad te alcanzara y un día tos ojos no miraran de la misma manera y te veras sin hijos y sin una pareja, tu abuelo y yo nos casamos jóvenes demasiado jóvenes, a tu edad yo ya tenia a tu madre (Q.E.P.D.) y a ti tío Jose Luis (Q.E.P.D) y ya ves… la pena te alcanza y te quedas sola… si no fuera por tu abuelo y por ti ya me hubiera muerto de tristeza.
-Si abuela lo se pero…  total tu no te preocupes, si quiero tener hijos busco a un chavo con buena apariencia y me embarazo asi el tipo puede irse sin ninguna queja y mi interminable amor habrá desaparecido al cabo de diez minutos.
-¡Aura! Que cosas se te ocurren, mira que esa universidad te ha metido al diablo.
-¿Acaso quieres que muera como mi mama, esperando a mi padre? Loca de amor… ni siquiera disfruto que yo haya nacido, traigo esos genes, traigo en mi sangre esa malsana intensidad… No abuela, el amor es un buen contrato a corto plazo y ya, es un negocio del que muchos salen perdiendo, pero yo, soy buena negociando mi ganancia.
-No eres igual a tu madre, mira que de eso nos encargamos el abuelo y yo, tienes luz y déjame decir que eres muy bonita, no mas que yo cuando era joven claro, pero eres verdaderamente bonita y talentosa y…
-Razón de mas abuela no me va a faltar alguien que quiera tener una noche conmigo y lograr…ya no quiero escuchar regaños- le beso la cabeza blanca a su abuela-¿A que hora llega el abuelo?
-En un rato, fue por la medicina  dile a Angela y Sergio que se sienten a comer.
Así paso ese domingo fatídico donde sus amigos comieron y rieron pero el abuelo nunca llego. La llamada a las 6 de la tarde diciendo que encontraron el cuerpo de su abuelo en una calle  del centro, que le dio un infarto y falleció; la abuela llorando en cada rincón, mientras que Aura y su amigos se preparaban para el funeral donde llego mucha familia que Aura no recordaba, permaneció con su abuela toda la noche sentada frente al cuerpo de su abuelo, por fin tuvo valor y se asomo a la caja, lo vio con un semblante tranquilo y con una sonrisa escondida, sonrisa que a Aura le recordó la pregunta interminable que le hacia su abuelo cuando jugaban a los acertijos y adivinazas “¿Ahora que sigue Aura?”.
Decidió mudarse de nuevo con su abuela y los amigos no tardaron en hacer lo mismo, todos trataban de llevar una vida tranquila para que Mama Tita estuviera bien, y pese al dolor Aura y su abuela salieron adelante, aunque Mama Tita se hizo pequeña y dormilona.
 Aura termino la carrera y se dedico a ser restaurador de arte de varios museos y capillas donde amplio su conocimiento artístico; tuvo una relación poco formal con Joel, hombre atractivo 10 años mayor que ella, pero casado, duraron un tiempo juntos pero Aura nunca se encontró loca de amor, así que termino la relación cuando se entero que seria papa por 3 vez. Angela se quedo a vivir con ella y la abuela porque la mala relación con su familia le impido regresar a su casa, trabajaba de maestra de dibujo al carbón en la Universidad, mientras Sergio se volvió un buen inversionista y logro abrir una galería fuera de la ciudad así que se mudo, pero siempre que podía iba con mama Tita y sus amigas a comer o celebrar navidades, años nuevos, cumpleaños y demás fechas que son tristes si se pasan solo.
Cuando Aura cumplió 26 años su abuela cayo gravemente enferma así que testamento todo a nombre de Aura que abandono el trabajo y se dedico cuidarla.
-Abuela quieres que te traiga un te o algo-
-No, quiero que te acerques, déjame verte- Aura se acerco y la abuela le puso su mano en la mejilla-Ya vi a tu abuelo nena, me voy a ir con el, ya paso mi tiempo aquí y sabes me dijo que Celia, tu madre y José Luis están con el y están bien, así que realmente estoy tranquila por lo que me espera, ya quiero verlos.
Aura trato de decir algo pero las lágrimas le ganaron
-¡Abuela yo te necesito aquí si…
-No llores mi niña, voy a estar bien y de donde sea que este voy a cuidarte siempre, solo te voy a pedir un favor, tómalo como  mi ultimo deseo, busca al amor, encuéntralo, te aseguro que no vas a terminar mal, no te escondas, que el amor va a terminar descubriendo tu guardilla, pero no siempre serás joven y bella y ese encuentro podría prolongarse hasta un tiempo en el que ya no puedas disfrutar muchas cosas. Ahora vete quiero dormir prepara algo de comer y me despiertas cuando termines para comer juntas.-
Aura le beso la mano y la frente y bajo a preparar comida, sobra decir que la abuela ya no despertó.
Aura entro en un estado entre loco y despiadadamente real, no dormía, comía lo necesario para no caer de debilidad y como todos los que viven la condición del arte, Aura comenzó a refugiarse en lo único que podía hacer y empezó pintar desesperadamente cuanto lienzo tenia en blanco, cuantas hojas tenia con algún espacio libre, mientras pintaba o dibujaba  lloraba desconsoladamente,  Angela le trataba de ayudar pero entendía que no podía hacer mucho por ella así que se limitaba a atender sus caprichos.
Día y noche Aura dibujo hasta que una tarde se le acabo el papel y los lienzos, entonces comenzó a pintar las paredes, no, Aura no estaba loca solo estaba demasiado conciente como para no probar un poco de irrealidad, para evitar caer en la locura Aura cayo en la realidad… estaba sola.
 Un día despertó, con un aroma que no era de ella, con un olor ajeno a su piel, olisqueo su cama, sus almohadas, sin encontrar el sitio especifico de donde la fragancia manaba, tomo un lápiz y sobre la pared dibujo al dueño de ese aroma, con óleo ilumino su cara y sus ropas y con un cuidado extremo dibujo sus facciones, el hombre que quedo plasmado en la pared de su recamara era perfecto era suyo, era el.
Aura examino sus poros y encontro que la pintura en la pared despedía el aroma idéntico al de sus sabanas, a ese aroma raro de madera, ese aroma que la hacia sonreír de la nada y los ojos, los ojos parecían vivos parecía que la miraban y la invitaban a entrar, los labios de aquel extraño eran perfectos y Aura no pudo mas que besarlo
-¡Santo cielo Aura! ¿Qué haces? Mira nada mas te has llenado la cara de pintura lo..¿Lo estabas besando? ¡Wow!¡ Que hombre tan atractivo! ¿De donde lo sacaste? Aura… mírame- Ángela tomo a Aura de los hombros y la encontró sonriendo; ella era la única mujer que compartía intensidades, miedos y alegrías al mismo nivel que Aura, sin embargo al ver a su amiga en ese estado, supo que jamás sabría lo que estaba sufriendo, que nunca podría ponerse en su lugar y por primera vez Ángela supo que Aura corría en una dirección a donde nadie podría acompañarla.
-Mira Ángela ¡Es el amor de mi vida! ¡Ve que perfecto es! ¡Que maravilloso! y el me dijo que lo pintara desperté muy temprano con su aroma y ve, acércate huele a el.-Ángela la miro desconcertada y se acero a la pintura para olerla lo hizo de manera automatica acostumbrada a seguirle la corriente a Aura.
-¡Es verdad huele a el!- dijo Angela en un ton sarcástico que Aura no dilucido
-¿¡Lo sientes también tu!?
-¡No por supuesto que no, esto huele solo a oleo , a aceite de linaza y aguarras!, ¿Qué pasa contigo amiga? Se que te sientes sola y he respetado todo lo que has hecho pero… ¡Despierta! ¡No estas sola aquí estoy contigo! En unos dias viene Sergio con la novia que nos ha contado; por favor flaca trata de despertar no te quedes encerrada aquí en tu cuarto, tanto solvente no te ayuda en nada, y si, todos la estamos pasando mal sin Mama Tita, tanto para Sergio como para mi era también como una madre y tu abuelo no se diga; es mas, vístete y veámonos a alguna exposición al centro, vamos a visitar a los abuelos pero salte ya de aquí.
-Ve tu yo tengo que contarle a el como me llamo ¿ves? Lo has espantado ya no esta sonriendo- se dirigió de nuevo a la pintura y le dijo-Ella es Angela, mi hermana, es un poco brusca pero es tierna y agradable y…
-¿Estas hablando con la pintura? Definitivamente algo grave te pasa- Angela salió de la recamara y llamo a Sergio, le llevo galletas a Aura (quien le obligo a llevar doble ración para darle a su hombre en la pared) y salió rápidamente de la casa, fue a recoger a Sergio que desde la llamada dejo todo para ir a ver a Aura. Angela mas que preocupada estaba muy espantada, conocía bien a Aura y aunque siempre fue muy soñadora y exótica también fue muy realista y objetiva así que esto debía ser un muy mal síntoma de la depresión, incluso Angela en el camino fue culpándose por no detener esa locura de las pinturas en todos los lienzos a tiempo y por no detectar el estado grave de su mejor y única amiga.
Mientras tanto, Aura observaba a su pintura, le perfecciono el cabello, pincelada tas pincelada logro que su pintura pareciera salirse de la pared, le besaba la mejilla, los labios acariciaba su cabello le contaba la historia de su vida, le rozaba la mano y pensaba que si ponía un fondo arruinaría el estado de animo de su hombre, así que dibujo únicamente un tronco seco al lado de el.
Sergio y Angela lloraban en silencio al ver lo que hacia Aura en la pared, ese amor tan desbordado era como para romper el corazón mas duro, sabían que si la llevaban al medico muy probablemente terminaría en algún pabellón, así que decidieron darle tesitos calmantes de Mama Tita que hacían dormir y Aura no se quejo, pues cuando dormía soñaba que estaba con su amado.
Sergio decidió vivir con ellas un tiempo  para tranquilizar a Angela y ayudar con Aura, así que al cabo de unos días después de su llegada, la casa se atiborro de cajas con cuadros y documentos, esto animo mucho a Angela, que gustosa, acomodo una recamara para el y este decidió hacer un cambio de recamaras a fin de quitarle a Aura un poco la imagen de la pintura. Como nueva regla, Aura dormiría en la recamara de huéspedes mientras que el y Angela dormirían en la recamara de Aura, ambas recamaras colindaban y estaban en el piso de abajo, la otra ventaja oculta es que la recamara de huéspedes no tenia cerrojo, así que si Aura intentaba hacer tonterías podrían tenerla mas protegida y vigilada.
Una noche mientras todos dormían Sergio soñó que el hombre de la pared estaba fumando y que le invitaba un cigarrillo, el aceptaba y al exhalar el humo denso, vio en el un rostro familiar, era el rostro de Angela que aparecía como una ilusión y como la mujer mas bella y deseable  del planeta, la imagen de su novia desapareció y el hombre de la pintura le dijo
.-La amas ¿verdad?-
Sergio despertó con  una la sensación de haber fumado, estaba amaneciendo y al voltear su vista hacia Ángela, observo como su torneado muslo salía entre la sabana, vio su vivo color canela, el cabello lacio que olía a frutas, los labios carnosos y grandes sintió un arrebato intenso de besarla y acariciarla pero se contuvo y salió rápidamente de la recamara y fue a dormir al sofá.
Angela despertó sola, se levanto se baño y cuando paso a ver a Aura se encontró con la triste sorpresa de que había vuelto a pintar al hombre de una manera casi mágica, era exactamente igual que al de la recamara contigua, llamo a Sergio a quien sintió distante y llevaron por la fuerza a Aura  fuera de la casa en el auto de Sergio, ahí ambos decidieron enfrentar la situación.
-Aura cariño nos preocupas demasiado y vemos que no te importa un comino que nos tengas con el alma en un hilo, no haces no tantito esfuerzo por mejorar esto, date cuanta por favor que es una locura, esa pintura me vuelve loco pero tu insistencia de hablarle, de amarlo y de obligarnos a seguirte la corriente es… es la cosa mas loca… ¡Si loca! Que hayas hecho.
-Sergio tiene razón Aura, estas pasando por algo difícil eso lo entiendo pero no puede seguir esto así, ¿No tu misma dijiste que tu mama estaba loca? ¿Dime que pasa contigo ahora?.
-¡No soy como mi madre! Y se lo que he dicho pero… ¡Lo amo no lo ven es real!, hemos platicado en mis sueños y el me ama también, vino de muy lejos… conoce a mi abuela, ella lo mando,  el único problema es que no logro sacarlo de la pintura.- lo dijo de un modo tan triste que empezó a llorar desconsoladamente, se limpio sus lagrimas y le dijo a Sergio.
-¡Me comento que estabas enamorado, pero me sorprendió saber de quien!-
Sergio trago saliva se puso pálido y supo que Aura lo sabia, sabia que esa mañana habia deseado con una intensidad enorme a Angela, la miro de un modo extraño y en su corazón Sergio se dio cuanta que tal vez su amiga no estaba loca, tal ves los dos lo estaban.
-¿Qué? ¿El te dijo que Sergio que?- pregunto Angela desconcertada y enojada porque se sintió fuera de la platica sin palabras que tenían Sergio y Aura con las miradas.
-Nada cielo- dijo Sergio sonriéndole a Angela- Aura esta imaginado cosas, vamos a comer que es a lo que venimos.
Fueron a un lugar llamado El Escondite, ahí Aura comió por  primer vez en semanas una comida de tres tiempos, Angela por fin recobro cierta calma y Sergio se sintió apenado, tembloroso y torpe al lado de sus amigas, se levanto para irse a mojar la cara al baño -“¿Cómo supo Aura todo eso?¿Acaso su subconsciente era tan obvio? ¡Pero si hasta ese día ni el sabia lo que sentía  por Angela!”- Se recargo en el lavabo sintiendo una intranquilidad terrible, cerraba los ojos y recordaba las risas de Angela su aroma y se preguntaba –“¿Porque había estado tan ciego? ¿Porque esa verdad llegaba ahora? ¿Porque así?”- se dio cuenta que estaba siendo egoísta, en esos momentos no importaba nada mas que la salud de Aura no sus confusiones…Se seco las manos y salio al pequeño pasillo, iba caminando lentamente cuando vio la cara de Aura plasmada en un cuadrito de 25 X20cm, Sergio se quedo helado, se acerco y vio al rostro de mujer plasmada entre hojas verdes, era fina, con cabello negro rizado y alborotado, pecosa y con ojos grandes y moros… con un lunar cerca de la boca, era sin duda Aura plasmada en una viaja pintura que databa del año 1863…--“¡Esto no podía ser cierto!”-pensó- “¡Ahora también yo estoy loco!”-, se alejo rápidamente tratando e pensar que no había visto eso, pero antes de incorporarse de nuevo al área de comedor, regreso y volvió a ver el cuadro para confirmar su miedo, leyó la plaquita dorada que decía “Mi Amada” por Alejandro Escobedo abril de 1863. Rápidamente tomo el cuadro y lo puso debajo de su chaqueta.
Cuando llego a la mesa traía la mirada de loco; vio a Ángela besando el la frente a Aura y a esta pidiendo perdón, parecía que el caldito de pollo y los guisados con toque casero habían curado su corazón y ahora aunque seguía llorando estaba conciente.
-Vámonos ya de aquí- Ordeno Sergio dejando el dinero para pagar.
Aura y Angela  lo siguieron desconcertadas y ya en el coche trataron de entablar una conversación, pero Sergio estaba hostil y distante, Aura se  paso todo el camino llorando en silencio pero en sus ojos ya no había una nube… ella había regresado, la salida la había convencido de la estupidez tan grande que había hecho, había visto su reflejo en las calles y en su imagen de mujer demacrada… vio la locura de su madre marcada en sus rasgos y se sintió mal con ella, con sus amigos y con sus abuelos.
-Aura este dibujo que tienes en las recamaras ¿Cómo se te ocurrio?-pregunto Sergio mietras manejas extrañamente rápido.
- No se, un día desperté oliendo a… a esa fragancia amaderada característica de loción, supe que ese aroma no pertenecía a mi y empecé a dibujar, mas tarde ese mismo día vino en un sueño y se presento y…. ¿Que estúpida me escucho verdad?.-
-No, no es estúpido, y dime ¿Qué platicaban? ¿Como se llama? ¿Cómo te encontró?- Sergio hablaba con un tono severo, sin quitar la vista de la avenida.
Aura y Angela se quedaron sorprendidas por el repentino y específico interés de Sergio, este sabía que estaba siendo inoportuno pero la situación no estaba para escatimar.
-Se llama Alejandro, vino desde muy lejos porque me oyó llorar, porque el estaba igual de solo y porque conocía  mi sufrimiento y…y me conocía a mi…¿Por qué te importa Sergio?
 Este no respondió solo hizo una mueca al sentir el calor del cuadro debajo de su chaqueta.
Cuando llegaron a la casa Ángela se dirigió a la recamara de Aura para tomar las pinturas y pinceles y recluirlos lejos, estaba segura que la locura se empezaría a eliminar de sus vidas; estaba recogiendo cuando un temblor le lleno el corazón, del tronco junto al hombre  emergía una minúscula hoja verde y esta se iba haciendo grande hasta tener el  tamaño de una hoja normal, ella se acerco a la pintura del y vio el hombre le sonreía discretamente. Ángela grito y salio corriendo, se encontró a Sergio en el sofá abrazando a Aura, esta sostenía un cuadro pequeño, ambos estaban llorando.
-¿Qué pasa? Acabo de… ¿Ese cuadro es…?- pregunto Angela que estaba agitada y espantada sobremanera.
-Me encontré el cuadro en el pasillo del baño de El Escondite y reconocí a Aura, pero la fecha.. la fecha es de 1863 mas de 100 años… desmontamos el cuadro y atrás viene el titulo del cuadro, el mismo que vi en la placa correspondiente a la pintura….“Mi amada” el autor se llama Alejandro Escobedo…- Sergio hablaba pero la voz dejo de salir, sentía frió y dolor al mismo tiempo.
Angela no dijo nada pues esta nueva ola de locura era omnipresente, las hojas verdes del cuadrito que tenia Angela eran del mismo tipo que la hoja que Angela vio emerger de la nada en la pared.
Se hizo un silencio largo  los tres lloraban. Aura se levanto y fue a ver a su hombre, Sergio y Ángela la siguieron, se posaron los tres enfrente de el… ellos veían al árbol enverdecerse hoja por hoja y ya no sentían miedo, Aura lloraba porque sabia que el estaba adentro, pertenecía a otro tiempo, pertenecía a ella pero estaban lejos… estaba solo ahí… en su pared.
-Déjenme sola por favor- Aura se acerco a su pintura y le sonrió con lagrimas.
Aura sentía un dolor insoportable. Saberse loca era fácil, saber que su locura era una realidad que no podía concretarse era terrible y angustiosos, se acordó de Mama Tita y pensó que esto era un broma cruel y estúpida que le hacia la vida, primero una mama loca, luego esto.
Ángela salio y jaló a Sergio, cerraron la puerta y se quedaron en el sofá fumando, pensando que en cualquier momento despertarían… Un estrepitoso ruido se escucho en la recamara, ambos corrieron pensando que Aura había hecho una locura, pero lo que vieron al entrar iba mas allá de lo real…. Junto al hombre tomada de la mano y plasmada en la pared reposaba una mujer de curvas discretas, con el cabello rizado y negro, con ojos negros moros y con el lunar encima de sus labios que dibujaban una sonrisa… Ángela grito y casi se desmaya, Sergio toco la pared y… trazo a trazo las pinturas se fueron borrando, como con pinceladas de aguarrás Aura y Alejandro se deslavavan y desaparecían para siempre, sin embargo al observar la cara de ambos desdibujarse Angela y Sergio vieron una sonrisa llena de esperanza, vieron el guiño del hombre y a Aura bajar la mirada con sus largas pestañas a modo de despedida, hasta que de todo lo plasmado solo quedó el frondoso y bello árbol nacido de un amor imposible que hoy se hacia realidad, el ambiente se lleno de luz, de esa luz que se come a las tristezas e hizo que una sonrisa emergiera  de ambos espectadores.
Son las dos de la tarde Aura corretea a su hermano Alejandro en el jardín de la casa mientras Angela mira el infantil jugueteo de sus hijos preocupada de que estos ensucien sus trajecitos nuevos.
 Sergio esta acomodándose la corbata mientras ríe al oír a Angela regañando a los niños, espera nervioso e impaciente la inauguraron del nuevo museo, salen a toda prisa  los 4 entre grititos y berrinches y dirigiéndose como una bella familia al museo Aura… Al entrar, plasmado en la pared como obra principal del museo esta un árbol con bellos colores verdes que lleva como titulo “Amor” la gente aplaude cuando aparecen Sergio y familia, ellos se miran y empiezan con el recorrido, entre flashes y estrepitosas felicitaciones avanzan, Angela se detiene por un momento y ve dulcemente a la pared, siente como una ráfaga casi imperceptible para los demás mece las hojas del verde árbol plasmado, ella le sonríe y sabe que de alguna forma Aura le responde la sonrisa.
 
 
 

 
 

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Veröffentlicht auf e-Stories.org am 05.01.2014.

 
 

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