El correr dentro de un peladero interminable de tierra blanca , desolador y amalgamado con piedras y escombros , oliendo el toxico aroma de maleza quemada con un fétido hedor a perro muerto , hace ignorar el detalle de jugar una pichanga con una pelota de cuero pinchada y vieja que proviene de los despojos de niños ricos , esto permite comprender la frase cliché de que la basura de uno es el tesoro de otros , sin duda estos detalles son ignorados por los alegres niños que juegan día a día en la popular cancha del extinto club deportivo Olimpo, llamada Calama.
Alejandro A.
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Veröffentlicht auf e-Stories.org am 10.08.2013.
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