[… y enseguida una voz pregunta: “Pero tú, Ahab, quién eres…”;
y riéndose y mofándose se aleja]
... y con el puño en alto y por delante pregunto por qué, por qué y por qué,
pero nada cruje o chirría, no, nada ni nadie responde;
... no hay duda: cuando esto ocurre estoy bajo un silencio total, ni siquiera me oigo
el pensamiento pensar, ni siquiera;
todo se calla, todo se para y me olvida porque me muero; sí, tengo la intuición, la seguridad profunda
de que me estoy muriendo;
... desde hace meses parece como si no tuviera fuerza, me entran temblores y congojas de niño,
y nadie, nadie debiera saber que de un tiempo a esta parte lloro, nadie; qué ignominia;
me despierto a cualquier hora de la noche y es como si me volviera loco: abro desmesuradamente los ojos
porque no sé quién soy ni tampoco recuerdo mi nombre, no recuerdo nada;
[¡ Dios mío, Dios mío, qué soledad !]
ningún hombre, ningún perro debiera pasar por un instante así;
... más hubiera valido haberme muerto con mi madre, o antes, y de otro tiro, con mi padre.
… de “Libro de Ahab”.
http://www.oriondepanthoseas.com
Alle Rechte an diesem Beitrag liegen beim Autoren. Der Beitrag wurde auf e-Stories.org vom Autor eingeschickt Antonio Justel Rodriguez.
Veröffentlicht auf e-Stories.org am 01.09.2010.
Vorheriger Titel Nächster Titel
Mehr aus der Kategorie "Psychologie" (Gedichte in spanischer Sprache)
Weitere Beiträge von Antonio Justel Rodriguez
Hat Dir dieser Beitrag gefallen?
Dann schau Dir doch mal diese Vorschläge an: